Ozzy Osbourne, ícono indiscutido del heavy metal y voz de Black Sabbath, murió este martes a los 76 años. El músico británico falleció rodeado de sus seres queridos, según confirmó su familia en un comunicado oficial.
El deceso se produjo pocas semanas después de lo que había sido anunciado como su última presentación en vivo. En aquella ocasión, compartió escenario con sus históricos compañeros de banda en Villa Park, Birmingham.
Su última aparición: un cierre épico con Black Sabbath
A principios de este mes, Osbourne se despidió del público en un show que fue promocionado como “el mejor concierto de heavy metal de la historia”. Subió al escenario junto a Geezer Butler, Tony Iommi y Bill Ward, con quienes interpretó un set breve de cinco canciones.

Durante el evento, el cantante adelantó que sería su última actuación debido a su frágil estado de salud. Desde 2020, hablaba abiertamente sobre su diagnóstico de párkinson y las complicaciones derivadas de esa enfermedad.
La familia Osbourne expresó: “Con más tristeza de la que las palabras pueden transmitir, tenemos que informar que nuestro querido Ozzy falleció esta mañana. Estaba con su familia y rodeado de amor. Pedimos respeto por nuestra privacidad en este momento”.
El legado de Ozzy: de Black Sabbath a la televisión
Nacido como John Michael Osbourne en 1948 en Birmingham, abandonó la escuela a los 15 años y tuvo varios empleos antes de volcarse a la música. En 1968 fundó Black Sabbath junto a Tony Iommi, Geezer Butler y Bill Ward, marcando el inicio de una nueva era en el rock pesado.
Con la banda, Ozzy grabó himnos como “Iron Man”, “Paranoid” y “War Pigs”, y cosechó premios como dos Grammy y un lugar en el Salón de la Fama del Rock & Roll en 2006. Sin embargo, en 1979 fue expulsado del grupo por sus problemas de adicción.
Lejos de apagarse, su carrera solista brilló con fuerza. Lanzó 13 discos de estudio, ganó cinco Grammy y se consagró con éxitos como “Crazy Train” y “No More Tears”. Su esposa, Sharon Osbourne, se convirtió en su mánager y pieza clave de su recuperación personal y profesional.
El músico también se convirtió en una figura televisiva de culto con el reality show “The Osbournes”, emitido entre 2002 y 2005. Compartió pantalla con Sharon y sus hijos Kelly, Aimee y Jack, quienes también desarrollaron sus propias carreras mediáticas.