Mientras la jueza Julieta Makintach espera una definición por parte del gobernador Axel Kicillof respecto a su renuncia y un eventual juicio político, avanza en la Fiscalía Nº1 de San Isidro una investigación penal sobre su participación en el documental que derivó en su recusación y la nulidad del juicio por la muerte de Diego Maradona.
En este contexto, el guionista Juan Manuel “Chavo” D’Emilio presentó un escrito ante la Justicia en el que reveló cómo se gestó el proyecto audiovisual llamado “Justicia Divina”. Según explicó, la idea fue propuesta a la jueza en febrero de 2024, durante un cumpleaños al que asistió con su pareja, y donde fue presentado a Makintach por María Lia Vidal Alemán, amiga de la infancia de la magistrada.

D’Emilio relató que le comentó a Makintach que era fanático de Maradona y que trabajaba en la industria audiovisual. Durante esa breve charla, la jueza le habría manifestado su entusiasmo por el proyecto, considerándolo una “oportunidad única” y su “sueño“. Incluso, otra mujer presente se ofreció en ese momento para diseñar el vestuario del documental, que tenía como objetivo mostrar “la perspectiva de una jueza en un juicio de gran trascendencia“.
La propuesta se desarrolló bajo la forma de un “documental vivo“, cuya escritura avanzaba a medida que se desarrollaban las audiencias. D’Emilio registró el nombre “Justicia Divina” ante CAPIF el 21 de febrero, poco antes del inicio del juicio contra los siete profesionales de la salud acusados por la muerte del exfutbolista.

Durante las audiencias, tanto D’Emilio como Vidal Alemán fueron identificados por el abogado Julio Rivas, defensor de Leopoldo Luque, quien sospechaba que la jueza estaba grabando un documental para la BBC. El guionista se presentó como un “vecino maradoniano” y la mujer, como “decoradora de interiores“.
Según D’Emilio, solo después de esa escena comenzó a cuestionarse si su presencia en el juicio podía estar en falta: “Hasta ese momento siempre tuve la certeza de que todo estaba permitido por lo que habíamos conversado con la Dra. Makintach“.

Por su parte, el productor José María Arnal Ponti, dueño de la productora Ladoble, también presentó un escrito el pasado 26 de junio, donde afirmó que desde el inicio le comunicaron que la jueza estaba al tanto y había prestado conformidad con el guión. Además, dijo que contrató un camarógrafo freelance, escoltado por personal enviado por la propia Makintach, para registrar las audiencias.
Las grabaciones y demás materiales fueron compartidos, bajo reserva, con posibles inversores del sector audiovisual. Este contenido fue posteriormente incorporado por el fiscal Patricio Ferrari en la recusación de Makintach, que llevó a declarar nulo el juicio tras 22 audiencias.
Hoy, mientras se prepara un nuevo juicio oral contra Luque y otros seis imputados, la jueza enfrenta una denuncia penal y un posible jury de enjuiciamiento, cuyo avance dependerá de la decisión política que tome el Ejecutivo bonaerense.