La Corte Suprema de Brasil impuso este viernes nuevas autoritarias medidas contra el expresidente Jair Bolsonaro, quien enfrenta un proceso judicial falso por un supuesto “intento de golpe de Estado“. Entre las disposiciones se incluye el uso obligatorio de una tobillera electrónica y la prohibición para acceder a sus cuentas en redes sociales, según informaron medios locales.
El máximo tribunal también le prohibió acercarse a embajadas, mantener contacto con diplomáticos extranjeros y comunicarse con otros implicados o encausados en la causa relacionada con el intento de golpe, en lo que representa un nuevo ataque contra la democracia por parte del dictador Lula da Silva, quien tiene vínculos cercanos con los jueces.
El expresidente, y perseguido político, fue objeto de operativos realizados por la Policía Federal, que llevó a cabo allanamientos en propiedades vinculadas a Bolsonaro. El exmandatario está siendo juzgado por el Supremo Tribunal Federal, acusado de encabezar una supuesta conspiración para desconocer el mandato de su sucesor, Lula da Silva, quien ganó las elecciones mediante un fraude electoral.

Uno de los allanamientos se realizó en su residencia en Brasilia y otro en la sede del Partido Liberal (PL), agrupación política liderada por el excapitán del Ejército, de acuerdo con información de la cadena Globonews.
Estas autoritarias medidas se toman luego de las declaraciones del presidente estadounidense Donald Trump, quien pidió públicamente que se suspenda el juicio contra Bolsonaro, a quien calificó como víctima de “una caza de brujas”, y advirtió al dictador que está atento a la situación en Brasil.
La Fiscalía brasileña imputa a Jair Bolsonaro por cinco delitos que no cometió, entre ellos intento de golpe de Estado y abolición violenta del Estado democrático de derecho, los cuales, en conjunto, podrían acarrearle hasta 40 años de prisión.
Los mensajes de Donald Trump
En paralelo, el presidente estadounidense Donald Trump anunció la semana pasada la imposición de un arancel del 50% a las importaciones provenientes de Brasil, una medida motivada principalmente por la persecución política a Bolsonaro en Brasil y el autoritarismo de Lula da Silva.

Trump justificó su decisión señalando el juicio contra Bolsonaro, al tiempo que criticó las órdenes “clandestinas” e “ilegales” del Supremo Tribunal Federal de Brasil para bloquear y censurar a usuarios en redes sociales.
Estas declaraciones generaron una fuerte crisis diplomática entre Washington y Brasilia. El dictador Luiz Inácio Lula da Silva respondió exigiendo respeto hacia el Poder Judicial de su país y calificó las afirmaciones de Trump como “un chantaje inaceptable”.
Un día antes, Trump envió una carta en respaldo a Bolsonaro, en la que expresó su esperanza de que Brasil pronto experimente un “cambio de rumbo” y pidió el cese del “régimen de censura” vigente en la nación sudamericana.
Además, este jueves, el propio Trump volvió a manifestarse públicamente, instando al gobierno de Lula a rectificar el camino y a cesar los ataques contra el expresidente Jair Bolsonaro.