El Papa León XIV ha nombrado al Cardenal Robert Sarah como su enviado especial para las celebraciones conmemorativas del 400 aniversario de las apariciones de Santa Ana al campesino bretón Yvon Nicolazic. Las ceremonias se llevarán a cabo los días 25 y 26 de julio de 2025 en el Santuario de Sainte-Anne-d’Auray, en la diócesis de Vannes, Francia.

Con este nombramiento, el Pontífice manifiesta su confianza y estima hacia el cardenal Sarah, quien se desempeñó como prefecto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos.

Figura ampliamente respetada dentro de la Iglesia, el cardenal guineano es conocido por su profunda espiritualidad y fidelidad al magisterio, lo que lo convierte en una figura especialmente adecuada para presidir estas celebraciones de gran significado histórico y religioso.

Un clérigo con vestimenta religiosa blanca y dorada sostiene un papel mientras habla frente a un micrófono en un entorno decorado.
El Papa León XIV designó a Sarah para representarlo en un nuevo aniversario de la aparición de Santa Ana, en Francia | La Derecha Diario

El Vaticano destacó que el Cardenal Sarah, como enviado especial del Papa, presidirá las celebraciones litúrgicas del 25 y 26 de julio, que coinciden con la festividad de Santa Ana.

Este gesto refleja no solo el reconocimiento de la importancia espiritual de estas apariciones, sino también la intención del Santo Padre de reavivar la devoción hacia Santa Ana, abuela de Jesús y figura venerada especialmente en la región bretona.

Según Vatican News, las apariciones de Santa Ana a Nicolazic ocurrieron entre 1623 y 1625 en Pluneret, Francia. En una de ellas, Santa Ana se presentó al campesino diciendo en lengua bretona: ”Me zo Anna Mam Mari” (“No temas nada; soy Ana, madre de María”).

En sus mensajes, le pidió que informara al párroco sobre una antigua capilla en su honor que debía ser reconstruida, afirmando que Dios deseaba que fuera nuevamente un lugar de veneración y peregrinación.

Un hombre con vestimenta religiosa y gafas frente a un fondo decorativo.

El 25 de julio de 1624, en víspera de la festividad de Santa Ana, se vivió uno de los momentos culminantes de las apariciones. Posteriormente, el 7 de marzo de 1625, Nicolazic descubrió una estatua de Santa Ana entre las ruinas de la antigua capilla en su campo de Bocenno, lo que fue interpretado como una confirmación divina de los hechos.

Desde entonces, el lugar conocido como Keranna (“el pueblo de Ana”) se transformó en un centro de peregrinación que, cuatro siglos después, sigue atrayendo a miles de fieles. El santuario destaca que la veneración a Santa Ana ya existía en la región antes de las apariciones, como lo prueban los restos de la antigua capilla y las tradiciones locales.

En 1996, San Juan Pablo II visitó el santuario, fortaleciendo su importancia dentro de la espiritualidad católica. Actualmente, con motivo del 400 aniversario, el Santuario de Sainte-Anne-d’Auray se encuentra celebrando un Año Jubilar, con múltiples actividades devocionales, culturales y académicas.

Un líder religioso vestido con vestimenta ceremonial blanca, con las manos juntas en actitud de oración.

El envío del Cardenal Sarah como representante papal subraya la continuidad de la fe y la devoción, y representa una señal clara de que el Papa León XIV desea fortalecer la espiritualidad popular y la memoria histórica de la Iglesia.

La presencia del cardenal en estas celebraciones contribuirá a reforzar el mensaje de esperanza y renovación que Santa Ana transmitió hace cuatro siglos y que aún hoy sigue vigente para millones de creyentes.