En una nueva operación que pone al descubierto la oscura arquitectura financiera del kirchnerismo, la Unidad de Información Financiera (UIF), conducida por Paul Starc, logró decomisar propiedades de lujo por más de 150 millones de pesos. Los bienes estaban vinculados directamente con Daniel Muñoz, el ex secretario privado de Néstor Kirchner, considerado por la Justicia como un engranaje clave en el aparato de blanqueo de dinero de la corrupción K.
El decomiso, autorizado por la Justicia, incluyó un departamento ubicado en el barrio porteño de Villa Urquiza. El inmueble fue adquirido con fondos ilícitos y forma parte de una compleja red de inversiones utilizadas para camuflar el origen del dinero saqueado del Estado durante años. Según detalló la UIF, este fue el primer decomiso anticipado concretado por el organismo, una herramienta legal que permite la incautación de activos antes de que exista condena firme, en línea con las recomendaciones internacionales del GAFI.

“El objetivo es impedir que los bienes desaparezcan, cambien de manos o se reinserten en los circuitos criminales durante el proceso judicial”, explicó Starc. Con esta acción, el Estado recupera parte del patrimonio ilegal acumulado por funcionarios vinculados al kirchnerismo en sus años de poder. “Recuperar activos de la corrupción es tan importante como condenar”, subrayó el titular de la UIF. “Es dinero que debe volver al servicio de la sociedad y no quedar en manos de estructuras criminales”.
Muñoz, quien fue una figura de confianza absoluta del ex presidente Néstor Kirchner, amasó una fortuna multimillonaria mientras se desempeñaba como su secretario privado. En abril de 2016, los Panamá Papers revelaron que Muñoz y su esposa, Carolina Pochetti, eran titulares de una offshore en las Islas Vírgenes Británicas. El escándalo desatado por esa filtración marcó el comienzo del derrumbe de un entramado financiero que operó impunemente durante los gobiernos kirchneristas.

La ruta del dinero sucio comenzaba en Estados Unidos, donde el matrimonio adquiría propiedades en Nueva York y Miami con fondos ilegales. Posteriormente, esas propiedades eran vendidas y el dinero redirigido a nuevos activos. Parte de esos capitales retornaron a Argentina en forma de inversiones inmobiliarias, mientras que al menos 30 millones de dólares fueron destinados a un proyecto turístico fantasma en las islas Turks and Caicos, al norte del Caribe, que nunca se concretó.
En 2022, por orden de la Justicia argentina, se congelaron cuatro parcelas en ese paraíso fiscal. Los investigadores estiman que aún podría recuperarse una suma millonaria, cuyos montos se ubican en torno a los 30 millones de dólares.
La UIF remarcó que los activos decomisados reflejan el nivel de sofisticación que alcanzó la operatoria diseñada por Muñoz, quien falleció el 25 de mayo de 2016 como consecuencia de un cáncer fulminante, apenas un mes y medio después de la publicación de los Panamá Papers.