La boleta del agua volverá a subir en Córdoba con el aval de Passerini, que insiste en castigar constantemente a los usuarios de la ciudad. En este contexto, Aguas Cordobesas aumentará un 8,81% sus tarifas tras la autorización del Ersep. El ajuste es el tercero en lo que va del año, sin que la Municipalidad haya mostrado intención de frenar esta política regresiva.
La empresa del Grupo Roggio justificó el tarifazo por los mayores costos entre marzo y junio, desentendiéndose del impacto social. Con este aumento, la suba acumulada en 2025 alcanza el 45,5%, afectando aún más a los sectores medios y bajos. Passerini volvió a dar vía libre al incremento, sin asumir el costo político de empobrecer a miles de cordobeses.
El primer ajuste fue del 19,1% en febrero y luego se autorizó otro del 12,3% en mayo, todos con el silencio cómplice del municipio. El discurso oficial de sensibilidad social queda desacreditado cuando Passerini avala aumentos que golpean con fuerza los ingresos familiares. Mientras crecen las boletas, los funcionarios locales evitan dar cualquier tipo de explicación.

Más aumentos, menos ingresos
El aumento será tratado por el directorio del Ersep, que antes deberá convocar a una audiencia pública, aunque su resultado ya parece definido. Si se excluyen los costos de 2024, el incremento efectivo de este año será del 22,2%, aún por encima de la inflación provincial. En cambio, según el IPC Córdoba, el agua subió 33,7% entre enero y junio, afectando directamente el consumo básico.
Aguas Cordobesas no recibe subsidios, pero sí el respaldo político de Passerini, que le permite aumentar sin rendir cuentas. Otros servicios están contenidos, pero el agua queda librada a un esquema que no considera la situación de la población. Con cada ajuste avalado, la gestión municipal se aleja aún más de las urgencias reales de los vecinos.
“En Córdoba los salarios van con la inflación y los servicios con el bitcoin”, ironizó Facundo Cortés, vocal opositor en el Ersep. Según su contrato de concesión, la empresa puede pedir aumentos si sus costos suben más del 8% o si pasan seis meses sin actualizaciones. Mientras tanto, los cordobeses siguen recibiendo boletas imposibles de pagar con ingresos que no se actualizan igual.