La empresa Power China compensará al Estado ecuatoriano con USD 400 millones por los daños estructurales en la hidroeléctrica Coca Codo Sinclair. Así lo anunciaron las autoridades tras el cierre del Settlement Agreement, alcanzado luego de la visita oficial del presidente Daniel Noboa a China, en junio.
La ministra de Economía, Sariha Moya, explicó que la propuesta inicial de la empresa contemplaba una garantía progresiva sujeta a reparaciones, pero que no representaba una compensación real. “El Gobierno exigió un pago directo, y lo conseguimos”, afirmó.
Además del pago, Power China asumirá la operación y mantenimiento de la hidroeléctrica y Ecuador desistirá del arbitraje internacional contra Sinohydro, su filial. Esta resolución representa un hito sin precedentes en la defensa de los intereses nacionales frente a fallas heredadas.
Inaugurada en 2016 con un costo de USD 2.763 millones, Coca Codo Sinclair ha operado con defectos desde su construcción y nunca alcanzó su capacidad total de generación. Expertos y auditores han denunciado por años las fisuras en sus estructuras, sobrecostos y deficiente fiscalización.

El acuerdo logrado por Noboa representa la mayor reparación económica jamás obtenida por el país ante una empresa extranjera por mala ejecución de obra.
La ministra de Energía, Inés Manzano, y la canciller Gabriela Sommerfeld confirmaron que el convenio asegura la sostenibilidad operativa de la hidroeléctrica sin costos adicionales para el Estado.
Este resultado reafirma la capacidad del Gobierno de Daniel Noboa para defender los recursos públicos y recuperar lo que fue malgastado en administraciones anteriores. Con firmeza y diplomacia, Ecuador logró lo que parecía imposible: responsabilizar a una megaconstructora internacional por los daños causados.
La reparación será destinada a reforzar el sistema eléctrico nacional y garantizar su mantenimiento. Es una muestra clara de que la nueva política exterior ecuatoriana prioriza resultados concretos por encima de discursos ideológicos.
El pago de USD 400 millones no solo significa justicia financiera, sino que marca un antes y un después en cómo Ecuador defiende su soberanía técnica, legal y económica. Es una victoria directa de la gestión del presidente Daniel Noboa en favor del país.