Susana Giménez rompió el silencio y sumó un nuevo capítulo a su eterno enfrentamiento con Graciela Alfano. En una breve aparición en LAM (América TV), la diva confirmó que su colega intentó hacerle una brujería y relató un episodio perturbador que vivió años atrás.
Todo sucedió en el Aeropuerto de Ezeiza, antes de emprender un viaje a Turquía. Rodeada de fanáticos y periodistas, la conductora intentó bajar el tono de la polémica. Sin embargo, terminó reavivando la disputa con una declaración que impactó a todos.
“No voy a contestar más”
Frente a los micrófonos del ciclo conducido por Ángel de Brito, Susana aseguró: “No voy a contestarle a todos. Hablé una vez para decir que no había echado a nadie del restaurante”. Aunque buscó esquivar las preguntas, no logró mantenerse al margen.
Durante una breve charla en vivo con De Brito, expresó su hartazgo: “Me estoy volviendo loca, Ángel. Las preguntas que me hacen… Estoy bien, pero conté lo que me hizo mal. No tolero las mentiras. Ya está, nunca más se me va a salir la cadena”.

Un “trabajo de muerte” y una advertencia inesperada
Susana, un rato antes en declaración al cronista Riva Roy confirmó una versión inquietante: “Me hizo una brujería. Vinieron dos chicos a la puerta de mi departamento, en Tres de Febrero, a avisarme que Alfano les había pagado 5 mil dólares para hacerme un trabajo de muerte”.
Según el relato, los jóvenes decidieron advertirla porque la admiraban y no querían lastimarla. “Me asusté mucho”, escribió la diva.
Graciela Alfano, por su parte, negó rotundamente esa versión y consideró que todo lo vinculado a la brujería es “de ignorantes”.
El origen del nuevo conflicto
Este nuevo estallido mediático se desató el viernes anterior, cuando Susana llamó en vivo a LAM y lanzó duras críticas contra Alfano. En esa llamada la calificó de mentirosa y sin talento, lo que dejó boquiabiertos a los presentes y desató una ola de repercusiones.
Aunque Susana intentó no seguir alimentando el escándalo, terminó confirmando uno de los rumores más escabrosos vinculados a su vieja enemiga. Y el enfrentamiento, lejos de apagarse, volvió a instalarse con fuerza en los medios.