Cientos de pasajeros israelíes a bordo del crucero “Crown Iris” se encuentran atrapados en la isla griega de Syros, luego de que una protesta anti-Israel impidiera su desembarco planificado. La situación ha encendido alarmas diplomáticas en Jerusalén, mientras el Ministerio de Exteriores israelí exige respuestas a las autoridades helenas.

El barco, operado por la naviera israelí Mano Maritime, había programado una escala de seis horas en la pintoresca isla del mar Egeo. Pero al llegar al puerto, los pasajeros se toparon con una manifestación hostil organizada por residentes locales, quienes portaban pancartas pro-palestinas y exigían que no se permitiera el ingreso de turistas israelíes.

“Cuando vimos la protesta desde el barco, algunos de nosotros alzamos la bandera de Israel y comenzamos a cantar”, relató un pasajero. Aunque los turistas no han sido directamente agredidos, la tensión es palpable. “Nos sentimos seguros dentro del barco, pero los niños están estresados”, agregó.

Personas sostienen una gran bandera de Palestina en un muelle frente a edificios antiguos junto al mar
Protestas anti-israelíes en Grecia | La Derecha Diario

La protesta, que fue convocada a través de redes sociales, declaraba que “es inaceptable recibir a turistas israelíes mientras los palestinos sufren en Gaza”. Sin embargo, para muchos, el objetivo no era una manifestación política legítima, sino un acto de intimidación directa contra civiles inocentes.

Desde Jerusalén, el ministro de Relaciones Exteriores, Gideon Sa’ar, informó que se comunicó con su homólogo griego, Giorgos Gerapetritis,  para exigir garantías de seguridad y el fin del bloqueo al desembarco. “Estamos siguiendo la situación de cerca desde nuestra embajada en Grecia”, indicó su oficina en un comunicado.

Este episodio marca un nuevo y preocupante capítulo en el aumento de hostilidad contra ciudadanos israelíes en el extranjero, donde el antisemitismo disfrazado de activismo político sigue amenazando la libertad de movimiento y el derecho básico de los israelíes a viajar sin ser objeto de persecución.