El secretario de Transporte del gobierno de Biden, Pete Buttigieg, prefirió gastar miles de millones de dólares en impulsar políticas de Diversidad, Equidad e Inclusión (en inglés, DEI) en lugar de reemplazar los obsoletos sistemas de control de tráfico aéreo.
El líder demócrata, que quiere volver a ser candidato a presidente en el 2028, se gastó en sus cuatro años dirigiendo la cartera la mitad del presupuesto anual del Departamento de Transporte impulsando estas políticas de diversidad.
“Definitivamente estaba impulsando una agenda”, dijo un funcionario de la industria aérea, señalando que Buttigieg tenía “poco o ningún interés” y tomó “cero acciones” para modernizar este sistema de seguridad.
Biden junto con Buttigieg. | La Derecha Diario
Buttigieg culpaba a las aerolíneas
Aunque la ley de infraestructura que el Congreso le aprobó a Biden durante su mandato proporcionaba la irrisoria suma de 5 mil millones de dólares parar mejorar el sistema de controlaéreo norteamericano, la realidad es que estos sistemas siguieron sin ser actualizados desde la presidencia de Carter.
Diversas fuentes le confiaron al New York Post que Buttigieg se la pasaba culpando a las aerolíneas por sus fracasos en la industria mientras negaba que la agenda DEI de su departamento contribuyera a la escasez de personal en el control aéreo o a los nulos avances en los sistemas de seguridad.
“Al principio, el Departamento de Transporte y él se mostraron reacios a admitir que había una escasez de controladores aéreos o que esa escasez tuviera algo que ver con los retrasos o cancelaciones de vuelos”, dijo un funcionario de la industria aérea.
El apadrinado de Biden aprobó durante su gestión alrededor de 400 subvenciones relacionadas con las políticas DEI, según un análisis del gasto federal entre 2021 y 2024.
El público pagó el precio
En enero de 2023, en pleno mandato de Buttigieg, la Administración Federal de Aviación (FAA) hizo su primer paro nacional desde los atentados del 11 de septiembre de 2001, dejando a miles de pasajeros varados. Esta suspensión se debió a una falla en los sistemas de la administración.
En una carta urgente dirigida a Buttigieg en abril de 2024, asociaciones del sector advirtieron que al ritmo actual de contratación, la FAA podría tardar hasta 90 años en alcanzar su meta de personal en algunos de los centros críticos de control aéreo de Nueva York.
Mientras estas situaciones críticas se desarrollaban, el anterior ministro impulsaba “Justice40″, un programa que destinaba millones en inversiones de infraestructura para “comunidades desfavorecidas”, en cumplimiento de un decreto firmado por Biden que buscaba “promover resultados equitativos”.
La ley de infraestructura de Biden de 2021, por ejemplo, contemplaba un “esfuerzo de equidad” de 5 mil millones para instalar 500,000 estaciones de carga de vehículos eléctricos, cuando solo logróconstruir siete estaciones hasta junio de 2024.